el final de una era

El jueves me mandó un mensaje mi jefa que decía que el viernes teníamos cita las dos para que nos ayudaran, en Dirección de Personal, osea RH, a establecer mis objetivos y funciones.

Yo sabía que algo iba mal, dirección de personal no te llama para eso; además, una semana antes me había dicho que le enseñara a Paula el corte de mes. Obviamente no se lo enseñé, desde ahí empecé a sospechar que algo no iba bien.

Todas me empezaron a decir que todo iba a estar bien, que era imposible que me corrieran, etc. Intenté tranquilizarme yo también, ese día no pude dormir, me desperté a las 4 am, ingenuamente hice una lista con mis funciones, iba preparada para decir que lo había dado todo, que no había tenido apoyo de nadie, quizás pedir un aumento indirectamente...

Ayer, llegué media hora antes, no quería llegar ni un minuto tarde. La bruja de la jefa me dió mal las indicaciones, pero como sí sé pedir indicaciones llegué al lugar correcto... al mismo tiempo que la bruja.

Cuando ví que la señora de RH sacó copias y una traía una tabla con montos, supe cuál era el real motivo de la reunión, además, la Mónica no me hablaba.

Nos metieron a una sala de juntas con un abogado y dos de RH.

Estaba petrificada de nervios e ira. Empezaron: "bueno, ya no tiene sentido ahondar en las razones, pero debido a los resultados en tu evaluación, la UP ha decidido terminar la relación laboral".

Se me cayó  el alma a los pies, dejé que hablaran, que me expusieran todo respecto a mi liquidación, la hoja respecto a mi despido.

"¿Quieres agregar algo o tienes duda?" 

Yo: "Gracias, el domingo es mi cumpleaños. 

Y les recomendaría que echaran ojo. Me tardé en buscarlos, sufrí acoso laboral".

Acto seguido todos se remueven y la de RH dice: "Ya no podemos hacer nada, pero nos gustaría escucharte".

Procedemos a la firma y empiezo a berrear, de manera auténtica. Me gustaba un buen mi trabajo, dejando a un lado el mal ambiente por parte de colaboradores, mi trabajo era mi pasión, una de las razones para seguir viviendo...

No, no me voy a hacer daño, creo en el infierno y no quiero ir a parar allá; por supuesto hoy lo pensé seriamente cuando venía a la lavandería, pero no, no lo voy a hacer, de verdad no me gusta la idea de una eternidad en el infierno.

Confío en mis habilidades, capacidades, influencias... Sé que no soy a quién corrieron, soy una persona responsable, que sabe trabajar y hacer equipo, soy capaz de aprender cosas complejas, soy confiable, tengo capacidad para tratar personas difíciles, soy amable, agradable, educada, entregada...

Tengo cualidades que en cualquier lado funcionan.

Esto fue una injusticia, todo porque la bruja se lo tomó muy personal todo y le dieron el poder.