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Tenía mucho tiempo que no escribía, pero ha sido por algo agradable, mi espacio de trabajo se ha vuelto una fuente de alegría y compañerismo como no lo había vivido hace tiempo, es un bálsamo para estos días complicados y oscuros, para esta nueva soledad.  
Ya veremos en octubre si sigo aquí trabajando...
Quizás tendré más tiempo después de contar con detalle qué ha pasado en estas últimas semanas, mi trabajo, siento yo, corre peligro. Me tardé en ir a hablar y esto ya se está volviendo un caos. 
Quizás es lo mejor, siempre le pido a Dios que me deje terminar primero la carrera para poder salirme de aquí con chance de encontrar, sino algo similar en cuanto a prestaciones, mucho mejor en sueldo, per lo he estado externando bastante seguido: ya no quiero trabajar aquí, pero me refiero a trabajar en el centro comunitario no a la UP. Me gusta pertenecer a esta comunidad, sí me gusta mi trabajo, pero constantemente me he visto asediada por este tipo de circunstancias que hacen mi estancia menos agradable. 
Ahora tengo un equipo bastante agradable, ya las quiero y me gusta poder contar con su diplomacia para escribir mensajes que no puedo estructurar yo.
Me siento rara, por no tener una mejor palabra en este momento, siento que mi futuro profesional pende de un hilo, siento muchísima frustración por la injusticia, siento ira contenida que debo sacar de alguna forma para que no envenene mis futuros esfuerzos por conseguir justicia y una solución.

Por el momento no puedo pensar en otra cosa que no sea esto, pero debo regresar mi atención y esfuerzo en mis trabajos escolares y el futuro que realmente me interesa, sino será retrasar cada vez más la meta y no podré salir de aquí.