Melancolía
Había pensado en escribir sobre necesidad, la necesidad que todos tenemos de ser valorados, de que alguien nos saque de nuestra falta de necesidad. Tenía algo que escribí hace cuatro años, pero ya no me parece tan bueno, creo que necesita que lo pula.
Comparto unas pequeñas frases que encontré en mi escrito de hace cuatro años, seguramente escritas por el P. José Pedro Manglano de alguno de sus excelentes libros.
"Mañana seré lo que luche por ser hoy"
"El futuro nos define más que el pasado"
"No puedo cambiar lo de fuera pero puedo cambiar mi corazón"
"Sentido es lo que me devuelve la realidad cuando recibe mi entrega"
"Nuestros sufrimientos son como caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que volvamos a Él, para que reconozcamos que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, es Él quien las controla y podemos confiar plenamente en Él."
Siempre leer lo que escribí en el pasado me pone melancólica, de verdad sentía que mi vida era una desgracia y que nadie, nunca, me iba a entender. Todavía, hace cuatro años, creía firmemente en Dios. Ahora he vuelto a creer pero no está en mi vida con la misma intensidad con la que estaba entonces y eso me pone más triste. Lo perdí por mi culpa. Bueno, esa es otra historia.
Comparto unas pequeñas frases que encontré en mi escrito de hace cuatro años, seguramente escritas por el P. José Pedro Manglano de alguno de sus excelentes libros.
"Mañana seré lo que luche por ser hoy"
"El futuro nos define más que el pasado"
"No puedo cambiar lo de fuera pero puedo cambiar mi corazón"
"Sentido es lo que me devuelve la realidad cuando recibe mi entrega"
"Nuestros sufrimientos son como caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que volvamos a Él, para que reconozcamos que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, es Él quien las controla y podemos confiar plenamente en Él."
Siempre leer lo que escribí en el pasado me pone melancólica, de verdad sentía que mi vida era una desgracia y que nadie, nunca, me iba a entender. Todavía, hace cuatro años, creía firmemente en Dios. Ahora he vuelto a creer pero no está en mi vida con la misma intensidad con la que estaba entonces y eso me pone más triste. Lo perdí por mi culpa. Bueno, esa es otra historia.
Comentarios
Publicar un comentario