Dilema

 Me he encontrado con una situación en la que agradezco no ser más que oidos, aunque si tomamos en cuenta el dicho "tanto peca quien mata a la vaca como quien le hata la pata", sería cómplice.
En fin, cómplice de un encubrimiento... Hasta dónde esta mal, hasta dónde esta bien... qué haría yo?
Al parecer los dos esposos son los patrones, pensando a quién se le debe mayor "lealtad" por ser quién paga, pero como mujeres, aquellas que con behemencia proclaman la sororidad... Deberíamos ponernos del lado de ella y decirle: tu esposo te engaña ?
Seguro una se quedaría sin trabajo, cuál sería la recompensa? Una consciencia tranquila.
A quién le importa? Eso no paga las cuentas...
Para justifircarnos podríamos apelar al secreto profesional; yo me entero de ciertas cosas por estar cerca de las pacientes, me entero por platicar con las demás asistentes, me entero porque tengo oidos y ojos, no tanto por ser chismosa, aunque el chisme también me gusta... Si con las pacientes hay que hacer como que uno es sordo y ciego, con más razón con el patrón...
Qué posición más incómoda!

Luego pienso: A mí qué me gustaría? Yo sí quisiera que me dijeran que mi esposo me pone los cuernos y más si es en el mismo lugar en el que yo voy a trabajar... tomaría represalías contra la asistente? No, se lo agradecería.
Aunque otras veces pienso: qué tal si hiciera como que no sé nada?
Otra cosa es que, yo sí quisiera saber por las ETS


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