Traumas
Me acabo de enterar que mi mamá decía que el internado costaba 8 mil pesos y que gastaba mucho en mi. Resulta que por eso mi hermana dejó de “echarle ganas a la escuela” y me dejó de hablar por lo mismo.
No odio a mi mamá, pero sí es una razón más para detestar estar cerca de ella…
Por otro lado, esto ya pasó hace meses, pero nos persiguen las consecuencias: mis papás pasaron a visitar a Pau y se asustaron de ver dónde vivía; según ellos “una pocilga”. Bueno, pues le ofrecieron “la casa” ya que Ernesto tenía un tiempo sin vivir ahí porque “encontró el amor” y se fue a vivir con ella. En fin, le dije Pau que aprovechara que mi papá parecía haber cambiado y quería sinceramente ayudarla. Fueron a ver la casa y se encontraron con la casa del terror: basura por todos lados, cucarachas, ratas, perros desnutridos, el cadaver de otro, cacharros y popo por todos lados…
Tardaron como una semana en dejarlo habitable, trabajando día y noche. Por fin estaba un poco habitable y los perritos ya comían mejor y estaban siendo desparasitados… mi mamá apareció sin avisar. Cuando Pau regresó de hacer la comida mi mamá y Gerardo ya estaban instalados en un cuarto. …
La verdad no tengo muchas ganas de escribir hoy ahora, quédense con eso. Qué habrían hecho ustedes? No es una invasión a la privacidad por muy “casa de todos” que sea? Es como si tus suegros te prestan una casa para que vivas ahí y regresas de trabajar y ya se está bañando y tendió “su” cama.
En fin, no sé si he podido expresarme bien, pero cuando yo me enteré me indigné, sin embargo, no me extraña mucho de ellos, son unos pelados hdspm.
Por cierto, Gerardo, cuando Pau llegó a saludarlo la aventó, no fuerte, pero aun así no deja de ser una grosería. Todo apunta a que la señora que me parió sigue haciendo de las suyas. Aun no les cuento todo… pero ya será en otro momento, por ahora no quiero continuar…
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