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Hasta los 26, mi vida había girado alrededor de la religión católica y el Opus Dei. Como les conté, en alguna otra entrada, la decisión de incorporarme al Opus Dei surgió porque yo pensé que yo le debía a Dios estar viva después de casi suicidarme y la manera en que yo quería pagarle era entregarme a Él en el Opus Dei porque era lo que yo conocía y lo que tenía a la mano; además, le dió pleno sentido a mi existencia... por un tiempo.
En fin, 26 años de vivir escuchando, aprendiendo sobre "lo bueno" y lo malo", mejor dicho, lo que es pecado, el "por qué" debe uno llegar virgen al matrimonio, explicaciones antropológicas y psicológicas, entre otras cosas que irán saliendo ...
Entonces, llegó el día en que el Opus Dei "me traicionó" y me rebelé contra Dios también, me sentí abandonada, me sentí rechazada. De alguna forma llegué a la conclusión de que ya podía hacer todo lo que yo quisiera, pero estaba completamente equivocada, uno nunca va a poder traicionar a su conciencia, el día que lo haces es el peor error cometido, después de eso vivir con las consecuencias no es muy fácil...
Por eso nunca abortaría, preferiría "arruinar" mi vida teniendo un hijo que vivir con la idea de haber asesinado a alguien.
Todas esas ideas sobre esperar hasta el matrimonio calaron en mi después de perder mi virginidad. Se que suena un poco absurdo que una mujer de 28 años llore por algo así, pero... Aún así me rehuso porque de otra forma sería una víctima y no quiero serlo.
Creí que había superado este suceso, creí que lo había dejado atrás... no sé que lo volvió a revivir.
Pero tengo experiencia que si escribo lo supero más rápido.
Saben? No es que me haya estado "guardando", pero creo que lo feo fue que después de eso, el tipo que pasó tiempo tras de mi empezó a ignorame, después desapareció... Nunca fuimos nada, no podía reclamarle nada, no podía esperar de él nada...
Por eso sí enseñaría, sí exhortaría a que la primera vez al menos debe ser con un novio que te quiere...
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