Miedo (III)
Para llegar a experimentar el miedo me faltó...
Acabé hablando de las veces que mi papá les pegó a mis hermanos, no me sentía con el derecho a sentir dolor y resentimiento por eso. Me dijeron muchas veces: "Pero a ti no te hizo nada". Me hicieron sentir que no tenía derecho a sentir ese dolor y miedo. Pero el ser validada me ha liberado, he llorado a mares. Ese dolor y ese miedo también es mío. Sumando la impotencia de no poder hacer algo por mis hermanos...
Hablemos de la mirada de mi papá: cuando quería, su mirada podía expresar mucho desprecio, enojo, odio, una desilusión cargada de resentimiento, como si estuvieras deshonrando a la familia de la peor manera.
Vi esa mirada muchas veces y le tenía miedo, me hacía sentir caca, la peor de las miserias, me hacía sentir tan chiquita como una hormiga, tan incapaz e inútil que se me olvidaba que tenía alguna capacidad.
Saben? Algunas veces pude sentir esa mirada en él, en J, tenía miedo de su mirada de decepción, de la sensación de ser una torpe e inútil... Volví a revivir esos miedos...
Vi esa mirada muchas veces y le tenía miedo, me hacía sentir caca, la peor de las miserias, me hacía sentir tan chiquita como una hormiga, tan incapaz e inútil que se me olvidaba que tenía alguna capacidad.
Saben? Algunas veces pude sentir esa mirada en él, en J, tenía miedo de su mirada de decepción, de la sensación de ser una torpe e inútil... Volví a revivir esos miedos...
Recordé cuando mi papá golpeaba tanto a mi hermanos que tenía ganas de gritar: "basta!". Pero el miedo me paralizaba, su mirada me imponía. Sólo podía observar y rezar para que parara.
Comentarios
Publicar un comentario