En menos de un año perdí un buen de cosas y al mismo tiempo gané otras. Mejores? Más permanentes?
Es muy pronto para decirlo.
Aún no acaba el año para decir más.
Puedo decir que fui infeliz al grado de volver a considerar el suicidio y ahora soy tan feliz que me alegra tenerle miedo al infierno.
Considerar seriemente regresar a practicar el catolicismo ha cruzado varias veces mi mente, más que nada por las ansias de estar cerca de Dios.
Fueron casi 30 años de vivir con esta ideología, tan arraigada en mi vida que me cuesta demasiado pensar en una forma distinta de relacionarme con Dios.
Tengo en mi mente y corazón tantas formas de sustentar estás creencias que ahora me parece imposible aceptar algo más.
Me alegra estar conviviendo con personas que me ayuden a reforzar mis antiguas creencias y quieren aprender más y quieren que yo vuelva a estar cerca de Dios.
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