Validación y acompañamiento
Estaba tan preocupada porque me reclamaron por no ser comprensiva. Yo que había vivido lo mismo, sabía lo que era el tormento que causa la depresión, la incomprensión de los demás, la inutilidad y frustración que causan las frases "échale ganas", "no es para tanto", "hay quien sufre más que tu"...
Jamás me había tocado acompañar a alguien tan de cerca, que además no se considera depresivo...
El cariño que le tengo me hace querer compartirle cómo lo he solucionado yo, pero sólo lo empeoro porque me dice que eso no sirve, que mejor ya no me cuenta, que mejor acude a alguien más... Se activa mi herida de rechazo, eso no lo sabe.
Me devané los sesos buscando qué estaba haciendo mal, yo quiero que esté bien, que no sufra como lo hice yo...
Un día encontré la respuesta en un video de Instagram, me hizo tanto sentido lo que decía, fue como si se prendiera la luz en medio de la oscuridad. Decía que todo se reducía a la validación y saber acompañar. Cuando nos cuesta trabajo es porque no sabemos acompañar o no queremos enfrentarnos a esa situación porque nos incomoda.
Así que, pues hay que saber identificar cuando alguien no sabe pedir validación y la requiere, hay que saber decir si queremos darla, si no sabemos cómo darla...
Es un poco complicado, pero cuando es con personas que quieres y aprecias, no es tan difícil.
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