Todo parecía ir muy bien... Cuando las cosas me van bien prefiero no contar nada y disfrutarlas en silencio, como si compartiéndolas me las fueran a quitar o durar menos. Mi experiencia ha sido que después de las cosas malas vienen buenas, pero a veces duran poco y si me entusiasmo mucho o lo divulgo demasiado me lo quitan, como un castigo...
Es mejor festejar en silencio... Qué me va de súper wow ahorita? Para nada, de hecho, justo estaba festejando que ya no vería a cierto compañero de trabajo y... PUM! Aquí estará de regreso la siguiente semana.
El trabajo es como la familia no puedes elegir con quién te toca trabajar, es peor porque no han sido educados como uno mismo, así que pueden ser berrinchudos, soberbios, egoístas, desordenados... Bueno, mi familia es tan numerosa que hay todo eso en cada uno de nosotros.
Cuando tu vida como la conocías esta cambiando también se vive un duelo, cuando se trata del trabajo se vuelve una elección: seguir y aceptar el cambio o renunciar. Lo más complicado es: "entonces, qué quiero para mi vida? qué voy a hacer si renuncio?" No me darían liquidación... Qué voy a hacer? Parece que lo único viable sería aceptar el cambio Me gusta lo que hago, me gusta atender personas, ver ultrasonidos de bebés, platicar con las mamás, aprender... Me gusta estar en friega porque impide que piense en tonterías como mi muerte prematura. Tengo que vivir el duelo. O. me apoya. El tema es que implica varias decisiones, dejar la licenciatura, trabajar más dormir menos, aprovechar cada minuto... Volver a una versión mía que recuerda "tiempos de vietnam", así que será reinventar esa versión para que no sea quejumbrosa, que no vea injusticia en todos lados, atenta, avispada, que no se queje ante al cansancio, con aguante... lo que más me pesa ahorita es dejar la li...
Comentarios
Publicar un comentario