Bendición o maldición

 Es triste. ¿Triste? ¿Por qué? Es triste porque somos más que instinto. Tenemos un alma racional y espiritual. 

¿Qué significa esto?

Racional suena más filosófico, científico. Lo espiritual suena a religión. Sin embargo, no creo que sean conceptos que se contradigan en nuestra alma. Somos seres capaces de parhender, de generar conocimiento, de tomar lo que tenemos de fuera y transformarlo en conocimiento nuevo.

El hecho de hablar de conocimiento ya es hablar de mucho, de un término abstracto y característica exclusiva del ser humano.

Dicen por ahí, lo único que nos diferencia de los animales es que nosotros creamos herramientas. Yo preguntaría demasiado incrédula de esa afirmación: ¿Eso se te hace poco? ¿Puedes ser capaz de dimensionar ese simple hecho? ¡No es para nada poca cosa! 

Además, tenemos lenguaje y formas de comunicarnos que exceden el mundo animal, si los gatos fueran capaces de aprender nuestro lenguaje, ¿hablarían, no? - Es real que no comprendemos un ladrido ni un maullido, pero somos capaces de comprender lo que nos quieren decir con su expresión corporal, cuando intentan llamar nuestra atención; creo que no comprender a los animales no es una limitación nuestra sino de los mismo animales...- Nosotros, raza humana, nos hemos reunido para establecer sociedades y elegimos, de forma intelectual a nuestros dirigentes, representantes políticos, jefes de manada. Tan diferentes a los animales somos que a los gobernadores no les llamamos jefes de manada porque no somos una manada, somos una sociedad. 

Hablando con alguien, más parecía un lamento, me decía que el ser humano se complica la existencia al pensar. Y yo sólo podía pensar: ¡Pobre alguien!

Tal parece que la consciencia de su mundo intelectual, más que ser una bendición es una maldición. Me decía que seríamos más felices siguiendo sólo nuestros institntos, viviendo como viven los animales. Para alguien, su racionalidad y espiritualidad, más que una característica asombrosa de superioridad era una tortura. 

¿De qué nos sirve tanta maravilla si no es para servicio propio y de los demás? ¿Qué pasaría con la humanidad?

¡Pbre alguien! Su vida será miserable.

Sobrepensar también es una tortura, lo he vivido, pero somos capaces de dominarnos, podemos reeducar nuestra mente, podemos enseñarle a ser como queramos. No estamos determinados por raza, lugar de nacimiento, familia, nuestras acciones pasadas... Cada día podemos elegir, recomenzar.

¿Por qué esto no le gustaría a alguien?

Por eso, más que nada creo que la eduación es importante. Nuestro panorama es tan amplio, llegamos tan desvalidos, que alguien nos tiene que guiar, no es lo mismo que marcar el camino, sino que, mientras somos capaces de autonomía, alguien debe mostrarnos la grandeza y capacidad de nuestra mente.